Una fisura anal es una pequeña herida o desgarro en el revestimiento del canal anal que causa un dolor agudo, especialmente al momento de evacuar. También puede producir sangrado leve, ardor o espasmos musculares en la zona. Es una condición más común de lo que se piensa y puede afectar significativamente la calidad de vida.

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En la mayoría de los casos, responde a tratamiento médico con cremas, baños de asiento y ajustes en la dieta. Sin embargo, cuando se vuelve crónica o resistente, puede requerir una cirugía ambulatoria sencilla que alivia el dolor y permite una cicatrización completa.

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Es importante atenderla a tiempo, ya que si se prolonga puede derivar en otras complicaciones como fístulas anales o estrechamiento del canal.