Cirugía
Vesícula

La vesícula biliar puede formar cálculos que, al bloquear el flujo normal de la bilis, generan dolor abdominal intenso, inflamación, náuseas o incluso infecciones. Cuando estos síntomas se vuelven recurrentes o severos, se recomienda la extirpación de la vesícula mediante una cirugía llamada colecistectomía.
Gracias al uso de técnicas laparoscópicas —es decir, cirugía de mínima invasión— este procedimiento se realiza a través de pequeñas incisiones que permiten visualizar y operar con gran precisión, reduciendo al mismo tiempo el dolor postoperatorio, el riesgo de complicaciones y el tiempo de recuperación.
Es una intervención segura y comúnmente ambulatoria, lo que significa que el paciente puede regresar a casa el mismo día o al día siguiente, retomando sus actividades normales en un periodo corto. Esta cirugía no afecta la digestión a largo plazo, pero sí elimina las molestias que los cálculos provocaban y previene futuros episodios agudos.
Se recomienda especialmente en personas con antecedentes de cólicos biliares, inflamación crónica de la vesícula (colecistitis), intolerancia a alimentos grasos o hallazgos de litos en estudios de imagen.



