Las hemorroides son dilataciones de las venas en la zona anal y rectal que pueden provocar sangrado, dolor al evacuar, ardor y picazón constante. En sus etapas iniciales suelen tratarse con medicamentos o cambios en la alimentación, pero cuando los síntomas persisten o empeoran, la opción más efectiva es la cirugía.

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La intervención consiste en remover las hemorroides internas o externas que causan las molestias. Existen varias técnicas modernas para ello, y su elección depende del grado de la enfermedad, la anatomía del paciente y el nivel de afectación en su calidad de vida.

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Este tipo de cirugía se realiza bajo anestesia y con alto nivel de precisión, para reducir el dolor postoperatorio y acelerar el proceso de cicatrización. Los resultados son altamente satisfactorios cuando se combina con una adecuada recuperación y cambios en los hábitos intestinales.​ Es una opción recomendada cuando el sangrado rectal es frecuente, hay dolor persistente al evacuar o las hemorroides se prolapsan (sobresalen del canal anal). El procedimiento brinda alivio duradero y mejora significativamente el bienestar diario.